WASHINGTON (Reuters) - Republicanos en Estados Unidos prometieron el lunes confrontar la reforma de salud promovida por el presidente Barack Obama y que fue aprobada por el Congreso, mientras estados advirtieron de impugnaciones legales y las acciones de empresas del sector subieron.
La aprobación en la Cámara de Representantes con una reñida votación por 219-212, a última hora del domingo, puso fin a una batalla política que consumió el trabajo del Congreso estadounidense en el último año y redujo las cifras de aprobación del Gobierno de Obama.
Sin embargo, el mayor cambio en las políticas de salud de Estados Unidos en cuatro décadas todavía enfrenta múltiples obstáculos.
Autoridades judiciales de al menos 11 estados anunciaron que presentarían demandas para impugnar la constitucionalidad de la reforma y señalar que infringía su soberanía estatal.
Sin embargo, las acciones de empresas del sector que cotizan en bolsa subieron en las operaciones matutinas del lunes mientras los inversionistas evaluaban el futuro de la reforma, que podría pasearse entre una batalla legal y la real esperanza de extender la cobertura de salud a 32 millones de estadounidenses que están fuera del sistema.
El índice Morgan Stanley Healthcare Payor de aseguradoras de salud subía un 1,9 por ciento, por sobre el resto del mercado, y las grandes aseguradoras WellPoint Inc y UnitedHealth Group se elevaron menos de un 1 por ciento.
La reforma ampliará el plan de salud de Gobierno para los pobres, impondrá nuevos impuestos a quienes tienen mayores ingresos y prohibirá prácticas como el rechazar cobertura a personas con condiciones médicas preexistentes.
"Esta legislación no solucionará todos los problemas que aquejan a nuestro sistema de salud, pero nos hará avanzar en la dirección correcta (...) así es como luce el cambio", declaró Obama en un discurso de agradecimiento en la Casa Blanca.